29. EL ANUNCIO DEL ALFA
KAESAR:
Estaba furioso, pero sobre todo, frustrado. Estaba entrando en celo debido a que mi Luna había aparecido, pero no me aceptaba, lo cual intensificaba mi furia. Sabía que mi madre había convencido a todos en el consejo para aceptar un matrimonio arreglado con una miembro de la manada, casi tan poderosa como la mía: “Los Arteones”, de la cual ella era parte. Desde niño, había elegido a quien sería mi Luna, aun cuando no sabía que lo sería de verdad: Kaela, la hija del alfa Ridel de la manada "Colmillos Reales", y el mejor amigo de mi padre.
Su manada era tan poderosa y temida como la mía, pero después de que asesinaron a su Luna y a mi padre, había mantenido un bajo perfil. Kaela se encontraba conmigo a escondidas y me enseñó todo lo que un Alfa Real podía hacer; él también lo era. Por eso, cuando intentaron usurpar mi trono, no pudieron. Dejé que toda la fuerza de los Alfas Reales se desarrollara, y el ejército de mi padre, convencido de que yo no había heredado su poder, se pus