Los rayos del sol calentaban apenas cuando un par de vehículos negros y sin señas que los identificaran llegaron al hotel en que se alojaban Selena y Gabriel.El alfa blanco respingó apenas la nariz cuando la evidente marca territorial del híbrido sobre su compañera llegó a sus fosas nasales. No se lo reprochaba, habría hecho lo mismo de cara a lo que pasaría durante los próximos meses.Los observó atentamente y no pudo evitar preocuparse al ver a la mujer loba un poco más agobiada.El embarazo sería una prueba muy demandante para ella, y las evidencias estaban a la vista. Aguzó el oído, y también los escuchó.Dos cachorros… Era imposible no intentar imaginar cómo serían, aunque no pasaría demasiado tiempo para que averiguaran quién era el padre biológico de su primera camada como familia.Hasta ahora, mientras observaba a Selena y al otro dentro del automóvil, sumidos en sus propios pensamientos, parecía que todo salía según lo planeado. No había señales de los hombres de Kairon, p
Los autos se detuvieron a unos doscientos metros de su primer destino. La columna de humo ya era visible desde allí.Erik se bajó con cautela, observando alrededor para ver si estaban los hombres que había dejado a cargo de la vigilancia de la cabaña. Sin desplegar sus fuerzas, ordenó a uno de los choferes que investigara en sigilo.Más aún que la suerte de sus subordinados, le preocupaba que se hubiera filtrado información… ¿Quién era capaz de traicionarlo revelando la ubicación de ese escondite?No le quedaban muchas opciones.Selena aún dormía en el interior del vehículo, apoyada en Gabriel que miraba hacia afuera en estado de alerta.Apenas el alfa blanco se asomó, lo interrogó con la mirada.Erik susurró en voz muy baja:-Es claro que tengo un traidor en mi manada. Hasta saber quién es, habrá cambio de planes…-¿Qué cambios?Él señaló a la mujer embarazada y dijo con algo de culpa:-Tendrá que quedarse en mi casa… Y las cosas pasarán más rápido de lo que esperaba… Lo siento. Cre
"¡Corre! ¡Ve más de prisa, Maia!... Los árboles aún son demasiado altos estamos en territorio peligroso… si nos dan caza…"Ella sólo gruñó, molesta, resoplando con fuerza a cada zancada, pero perdiendo impulso sin remedio.Sé que iba al límite de sus fuerzas y que no podría hacerlo por más tiempo.Pronto debería tomar las riendas y probablemente deteneme.Aún sentía el penetrante olor de la sangre en mis fosas nasales, y en mis ojos perduraban las imágenes de lo que me encontré al regresar a la casa…Salieron de la nada, no los olimos ni oímos al llegar y las alarmas, misteriosamente, no sonaron.Todavía no logro comprender cómo, ni por qué.Esas alarmas, sumadas a los centinelas, por generaciones habían convertido al nuestro en un territorio inexpugnable. Evadieron a nuestros guardias sin mayor dificultad y un grupo de ellos entró a mi hogar… no quedó nadie. Quisiera haber podido detenerme a llorar.No dejaron absolutamente a nadie con vida, o de una pieza..Sólo el tibio líquido r
Nadie conocía su pasado, pero, de algún modo, había logrado escalar hasta la cima del mundo corporativo, ella, una mujer con la que todo era misterio.Y, para generar aún más susceptibilidad, no dirigía cualquier empresa, sino aquella más grande y competitiva del ambiente, aquella tan seductora y difícil: la del perfume.Era extranjera en ese país, pero aunque el enigma que la rodeaba era atractivo, nadie, nunca, se atrevería a preguntarle a Selena Wolf de dónde venía y cómo era su familia.Tenía un olfato único para los negocios, de eso no había ninguna duda, y parecía haber devorado, casi literalmente, a toda su competencia. Por eso mismo, no confiaba en nadie.Por eso mismo, su última asistente temblaba frente a ella como una hoja, lívida como el papel.-Susan, había una sola persona en toda la empresa que tenía acceso a la fórmula de mi fragancia en desarrollo… ¿sabes lo que eso significa?La joven no podía ni mirarla a los ojos.Selena era alta e imponente, con un cabello castañ
Toda su vida había perseguido una utopía. Una obra maestra que fuera su mejor creación.Era joven, pero ambicioso y lleno de vigor, luego de todo lo que había sufrido.No encajaba en el mundo que lo rodeaba y eso probablemente podría adjudicárselo a su orfandad.Crecer en ese orfanato horrible, sufriendo además el acoso de sus compañeros por tener un aspecto pálido y débil, lo había vuelto más reservado.Sabía que era diferente a los demás, podía sentirlo en lo más hondo de su ser.Pero, al llegar a la adolescencia, ya no le importó. Y todo cambió.Ahora era alto y bien formado de ojos y cabello profundamente negros, así que pronto dejaron de molestarlo tanto, lo suficiente como para sumergirse en sus propios intereses y aficiones, empezando por la química. Pronto se dio cuenta de que debía explotar además esas cualidades de líder nato que los deportes despertaron en él, y también estudió una carrera empresarial.Siempre curioso, siempre buscando más.Por sobre todo, anhelante de pod
Selena evaluó el cumplido, mirándolo directamente a los ojos.Intentaba descifrar si era un hipócrita buscando caerle bien, o si sus palabras eran honestas.De los falsos amigos estaba agobiada, y sin duda podía apreciar la sinceridad en un momento como éste. Decidió, mirando la oscuridad de sus ojos, que estaba siento honesto.Y eso le agradó. Necesitaba esa tranquilidad.Por supuesto, era más que consciente del peligro que representaba para ella contratar a Gabriel para un puesto en el que estarían en contacto continuamente, aunque podría encontrar el modo de disminuir esos contactos al mínimo, viéndose las caras en ocasiones estrictamente necesarias. Pero, por otro lado, ahora que lo tenía allí, frente a frente, sintiendo cómo sudaban las palmas de sus manos y el aroma potente y a la vez sutil de los cedros y las magnolias de un bosque húmedo que le hacía casi imposible no abalanzarse a él y reclamarlo, parecía titánica la tarea de renunciar a su presencia.Lo quería cerca, aunq
Gabriel estaba en su oficina concentrado en los expedientes, cuando percibió nuevamente el aroma que lo estaba enloqueciendo.Luego, escuchó su voz saludando a Carol.Esperó a que tal vez la señora Wolf golpeara la puerta para confirmar su presencia, pero la sintió detenerse un instante en su puerta, para luego continuar su camino.Pasaron incluso un par de horas más, en las que ella parecía ignorarlo."No seas ridículo, Gabriel", se dijo a sí mismo, "está trabajando. Concéntrate en lo tuyo".Si fuera un empleo común, con un jefe común, no sería raro.Cada uno en lo suyo y con el contacto limitado a lo formal. Pero no tenía sentido engañarse. Deseaba verla de nuevo, quién sabe por qué absurda razón. Selena supo que él había aceptado el trabajo apenas llegó a su piso. No necesitaba confirmarlo.Pero ya había decidido su estrategia de supervivencia: mantener la distancia.Le preocupaba más su fórmula robada, así que llamó a un detective que parecía bien calificado y habló rápidamente
Cuando Gabriel volvió en sí, estaba sentado en una silla, siendo abanicado por una de las asistentes del piso de laboratorios, y no había señales de Selena Wolf.Sólo su perfume detenido en el aire.¿Acaso se había desmayado? ¿Esas voces en su cabeza fueron un sueño? No lograba recordar nada desde que regresó de comprar café. Excepto por unos ojos dorados y salvajes.Definitivamente estaba agotado y durmiendo muy mal, y no era sólo a causa del trabajo.Llevaba varias noches sintiéndose inquieto, con insomnio, y cuando lograba dormir tenía extraños sueños y episodios de sonambulismo, para nada habituales en él. Despertaba de pronto, en medio de la cocina o en algún lugar de la sala. Pero nunca le había sucedido de día.Miró a la joven que lo acompañaba y preguntó con cautela:-¿Qué ha sucedido?-Señor Reyes, por lo que alcancé a ver usted tropezó con la señora Wolf, derramó café en su falda, evitó que cayera al suelo y pareció desvanecerse un poco. La señora fue a cambiarse, creo que