Capítulo 85 – Un Lugar para Volver a Respirar

Punto de vista: Liana

Después de todo lo que había pasado, el silencio entre nosotros se había vuelto demasiado pesado. Las miradas, los suspiros, los espacios vacíos en la cama… todo hablaba por sí solo. Había heridas invisibles que ni el tiempo ni las palabras podían curar del todo, y sin embargo, cuando Adrián apareció frente a mí esa mañana, algo en su mirada me hizo bajar la guardia.

—Empaca solo lo necesario —dijo con voz suave, pero firme—. Necesito sacarte de aquí.

No pregunté a dónde íbamos. No tenía fuerzas para discutir, ni curiosidad para exigir explicaciones. Solo asentí, guardé algunas cosas en una maleta pequeña, y subí al coche sin decir una palabra.

El trayecto fue largo. La ciudad se fue quedando atrás, reemplazada por montañas, árboles y un cielo más limpio. El aire olía diferente, más fresco, más libre. Cuando el auto se detuvo, abrí los ojos y lo vi: una casa de madera frente al mar, rodeada por una calma tan pura que