Lorena se sobresaltó ligeramente.
Era la segunda vez que los veía juntas.
La última vez en el hospital, Susana estaba loca y Mariana estaba allí, aunque en ese momento Mariana actuaba como una transeúnte.
Pero ellas dos...
Algo cruzó la mente de Lorena y no lo captó por un momento.
Mariana era la amante de Luis, y Susana y Luis siempre habían tenido una buena relación.
Entonces Mariana y Susana se conocían, lo cual era normal por definición.
Pero la identidad de Mariana no era pública, así que ¿cómo podría Luis presentar a alguien a un amigo sin pelearse?
Siempre sintió como si hubiera algo mal.
Polo la observó inmóvil y le hizo un gesto con la mano:
—Lorena, ¿qué pasa?
Lorena retiró la mirada y sonrió:
—Nada, sólo vi a alguien que conozco.
Polo dijo: —¿Quieres ir a saludar?
—No, no muy familiar.
Lorena sonrió y las dos hablaron de otra cosa antes de que Polo se levantara para atender una llamada.
Lorena fue al baño.
De regreso, pude pasar por la mesa de Susana y Mariana.
Estaba escuch