Hugo
Traumatismo craneoencefálico. Ese es el diagnóstico que me da el médico que la atiende. Como si entendiera su jerga, me lo explica de un modo extremadamente frío y profesional.
Dos días han pasado desde lo ocurrido en casa de Daniel. Parece una eternidad. No soy capaz de moverme del hospital, me cambio y me ducho aquí gracias a que las enfermeras se han apiadado de mi. Duermo sobre la silla, con la mano de Lisa entre las mías.
La máquina conectada a ella comienza a pitar. Es su corazón, los latidos cada vez son más rápidos. Llamo corriendo a un médico para que la atienda. No se que está pasando ni que hacer para ayudarla.
Salgo al pasillo cuando me piden amablemente que salga, entre empujones, porque me niego a irme, y apoyo las manos y la frente sobre la pared fría.
-¿Qué ocurre?- pregunta Roberto que aun sigue aquí.
Él es solo su guardaespaldas. Se