Maneje a gran velocidad no quería apartarme de mi Elisa, pero era el único que su hipnosis era más poderosa como para controlar de esta forma y cambiar por completo cada recuerdo, vi por el retrovisor como corrían mirando hacia atrás como si alguien los persiguiera, la noche ya había caído cuando llegue a casa.
- ¿aún no despierta? -
-No- contesto Erick
-Estoy preocupada, ya paso mucho tiempo ¿y si algo no salió bien? Yo la cambie y limpie, no sintió nada…-
En ese momento escuche el sonar del colchón, el corazón se me acelero, corrí lo más rápido que pude rumbo a las escaleras y entre a mi habitación donde estaba Elisa, Erick y Nadia me siguieron llegando un segundo después. Allí en la cama estaba una desorientada Elisa al borde de la cama
- ¿Carlos? – su voz sonó delicada, Elisa me miraba con ternura y confusión, me acerque y acaricie su rostro mientras una lagrima rebelde y estúpida cruzaba por mi mejilla
- Aquí estoy preciosa- la abrase con ganas, como si quisiera meterla en mi pec