Charlotte
Suspiro cansada de que siempre tengamos la misma discusión, y de que no entienda mi posición.
-Andriano, no empecemos de nuevo con eso.-le pido agotada.
-No me pidas que no reaccione así cuando mi hermana no entiende la gravedad de sus acciones.-me dice enojado.
-No levantes la voz, no quiero que nuestros hijos escuchen nuestra discusión.-le digo entre dientes.
-Lo siento, amor. No quería gritar, es solo que me desespera esta situación. -dice arrepentido de haberme hablado así.
-Lo entiendo, pero ya sabes como son las cosas, así que no hay que enojarse porque eso no soluciona nada. Solo debes ir con los niños y listo, además tengo cosas que hacer así que me mantendré ocupada hasta que regresen.-le digo restandole importancia y sin ganas de prolongar esta conversación.
-No, no pienso irme sin ti, ya lo aguante por años, esta vez no me vas a convencer.-dice con seriedad y cuando estoy por responder la puerta de nuestra habitación se abre dejándonos ver a nuestro hijo de 13 añ