Capítulo 6: Enferma.

Charlotte

    Después de una larga ducha de relajación siento la necesidad de observarme en el espejo que está en el baño. Los huesos de mi cuerpo cada día son más relucientes, y claro que me doy cuenta de ello, claro que se que no es normal perder tanto peso, y que lo que temía ya está sucediendo,... estoy enfermando, lo he notado, y eso no me ayuda porque siento que mis fuerzas se van agotando.

   Hace una semana que Andriano, me propuso la estupidez de entregarle a mi hijo a cambio de dinero, eso fue un gran golpe porque creí que él era diferente, pero cada vez que sale con algo así me desiluciona y todo lo que creí de él no es más que una mentira.

   Hace una semana que desapareció de nuestras vidas nuevamente, no pensé que lo haría, pero lo hizo y mi hijo lo ha notado. Tuve que decirle que surgió algo y por eso su padre tuvo que viajar de emergencia, pero eso no es más que una mentira porque no he vuelto a saber nada de él después de ese día.

    Hace cuatro días, empecé a enfermar, y se que no tomará mucho tiempo para que mi hijo se de cuenta y eso es lo que más me duele.

   Sabía que esto podía suceder, pero tenía una pequeña esperanza de que todo pasaría. 

   Mi cuerpo está cada día más agotado, siento como voy perdiendo mis fuerzas, los vomitos son excesivos y ni siquiera me alimento como para tenerlos, pero los tengo y cada vez que lo hago me siento desfallecer.

   No puedo ni siquiera ir a un médico, todos son privados, y no tengo dinero para pagarlos.

   Mi cuerpo está pidiendo ayuda a gritos, pero lamentablemente no puedo ayudarlo, lo único que puedo hacer es seguir luchando y rogar a Dios que tenga piedad de mi.

    A pesar de todo estoy agradecida de que mi pedacito de cielo está sano, eso es lo único bueno en todo esto. Al menos cada cosa que he hecho valió la pena para que el siga creciendo acordé a su edad porque si sucedía lo contrario me hubiese sentido culpable de eso.

    Me visto rápidamente sin querer seguir viendo en lo que me he convertido.

    Una vez, estoy lista me acuesto en mi cama tratando de descansar un poco, ahora que también trabajo los fin de semanas ni siquiera tengo tiempo para respirar, pero mi hijo lo vale, y mientras lo tenga a él seguiré luchando.

     No todo es malo, o al menos no lo veo así. Si bien no tenemos lujos tenemos un lugar donde pasar la noche cuando hay muchas personas que ni siquiera eso tienen. 

   Además, aún puedo alimentar a mi pedacito de cielo, y eso es algo que me trae un poco de paz.

*

    Me levanto asustada por esos malditos recuerdos, siempre están presentes recordándome esas cicatrices que llevo gravadas en el alma y las cual intento ocultar.

Y puedo hacerlo, puedo fingir una sonrisa y hacerle creer a la gente que estoy bien y que me importa una m****a todo, pero cuando me encierro entre estás cuatro paredes solo soy una mujer rota que no sabe de dónde sacar las fuerzas para seguir luchando.

    Una horribles náuseas me invaden y tengo que saltar de la cama para salir corriendo hasta el baño. 

     Temo descubrir que está pasando conmigo, los vomitos no son normales, pero también soy consciente que al tener tan mala alimentación solo era cuestión de tiempo de que todo en mi colapsara.

    Cuando estoy segura de que he acabado de expulsar el vómito me levanto despacio del suelo, y al hacerlo me mareo por lo que tengo que sostenerme de la pared para no caerme.

    Debo confesar en que he pensado en la propuesta de Andriano, no porque me quiera deshacer de mi hijo, si no porque no se hasta cuándo podré continuar y no quiero que mi hijo me vea en este estado, o que un día de estos no pueda servirle un plato de comida...  Lo he pensado, pero no lo haré, él lo alejará de mi y jamás me dejara acercarme, y eso sí me mataría...

     Cuando logro estabilizarme tiro la cadena y seguidamente me encaminó hacia el lavado para enjuagarme la boca.

    Realmente, luzco enferma, ahora ni siquiera puedo ocultarlo, y eso no me gusta porque no me quiero ver débil.

 *

    Me agachó para agarrar el trapo que se me ha caído y cuando intento enderezarme me mareo y si no fuera por unas manos que me sostienen me hubiese caído al suelo.

-¿Qué tienes?-escucho esa voz que jamás podría confundirla, pero la pregunta es ¿Qué hace aquí? Creí que no iba a volver más, que se había dado por vencido.-¿Qué pasa contigo, Charlotte?-me pregunta girandome hacia él para que lo pueda ver.

-Yo... ¿Qué haces aquí?-pregunto confundida y aún un poco mareada.

-Eso no es lo importante si no el hecho de que estabas a punto de desmayarte.-me dice frunciendo sus cejas en señal de desconcierto.

-No es nada, solo me levanté de golpe y por eso me mareé.-miento sin tener el mínimo interés de explicarle lo que sucede conmigo, de seguro creerá que estoy jugando con él.

-¿Me crees idiota? Por supuesto, que no es normal, cómo no es normal que estés tan delgada, si, al principio crei que solo intentabas llamar la atención y que estabas haciendo algunas de esas estúpidas dietas, pero tú no luces bien.-dice lo último en un susurro y lucho porque mis barreras no se derrumben.

-Ya estoy bien, así que puedes soltarme.-digo con seriedad ocultando mis sentimientos.

-No.-dice con firmeza.

-¿No? - pregunto incrédula ante su atrevimiento.

-Ahora mismo, iremos a recoger a nuestro hijo y los llevaré a qué los revise un médico.-me dice con seriedad y sin verlo venir él me alza en sus brazos provocando que me ponga tensa.

-¿Qué... qué haces?-pregunto desconcertada.

-No soy ciego como para no darme cuenta de que no estás bien y además, eres la madre de mi hijo y por eso no puedo no ayudarte.-explica sin detenerse.

-¿Qué sucede Charlotte?-pregunta mi amiga Julie llegando a nuestro lado.

-No se siente bien por lo que la llevaré a su casa.-se adelanta Andriano.

-Oh, ¿Estarás bien?-me pregunta desconfiada.

-Lo estaré,  y...-empiezo, pero ella me interrumpe.

-Yo me encargo, te cubriremos si viene la bruja.-me dice guiñándome un ojo.

-Gracias.-susurro agotada.

-Cuidela, por favor.-escucho que le pide, pero no escucho una respuesta de su parte solo siento que vuelve a retomar el camino.

*

  Me bajo del auto con mi hijo de la mano y nos quedamos esperando a que su padre lo haga. No pude convencer a Andriano para que no nos trajera a la clínica, aunque me gusta la idea de que mi hijo sea atendido porque eso me dejaría más tranquila.

-Ven conmigo hijo.-le pide cuando sale del auto y se acerca a nosotros.-Eso es.-dice sonriendo cuando alza a nuestro hijo en sus brazos y seguidamente pasa su brazo por mi espalda y empezamos a caminar hacia la entrada. Todo parece tan normal, es como si fuéramos... ¡No es más que una ilusión!

-¿Dónde vamos, mami?-me pregunta mi bebé.

-Iremos a qué unas personas nos revisen.-le explico con suavidad.

-¿Revisarnos?-pregunta pensativo.

-Solo es un ratito, cariño.-le explica su padre cuando Fabiano se pone tenso.

-¿No es como ese señor?-pregunta temeroso y mi cuerpo se tensa de inmediato al comprender sus palabras, mi niño se refiere a el imbécil del hotel.

-¿Qué señor?-pregunta Andriano sin dejar de caminar y prácticamente me lleva arrastras.

-Nadie.-digo porque lo menos que necesito ahora es discutir, y se que si él se entera que trabajo en ese lugar me quitará a mi hijo, esa será una buena excusa para hacerlo.

    Nadie vuelve a decir nada y solo caminamos en completo silencio hasta llegar a una puerta la cual se abre como si supiera que estábamos allí.

   Tener a Andriano tan cerca me tiene muy tensa, no me gusta tenerlo así porque me recuerda cuando estuvimos juntos y eso solo me hace recordar su odio hacia mi.

    Una mujer mayor nos recibe sonriente y nos invita a pasar.

-Bienvenidos, los estábamos esperando.-nos dice la mujer mientras nos encaminamos hacia las sillas de al frente del escritorio.

 -Muchas gracias por recibirnos.-le agradece el padre de mi hijo al tiempo que me ayuda a sentarme, y no se que ha pasado para que la actitud de Andriano cambiará tan drásticamente.

-Bien, les haré análisis de sangre a ambos, y luego el hermoso bebé esperará afuera con su padre.-nos dice y se que por la manera en que me mira no tiene buenas noticias.

-Bien.-dice Andriano mientras intenta calmar a nuestro hijo quien se puso inquietó al escuchar a la doctora.

    Después de varios minutos, ya nos han sacado sangre para los exámenes médicos, y ahora mismo me encuentro esperando a que la doctora empiece a hablar, Andriano salió con mi hijo para que hablemos más tranquilas.

-Bien, aún no tengo los resultados de los exámenes y debería hacerle unos cuánto más, pero a simple vista y con mis años de experiencia puedo decirle que presenta desnutrición.-me dice provocando que todo en mi se derrumbe.

-¿Desnutrida?-pregunto sabiendo la respuesta, pero no es fácil asimilarlo.

-Asi es, lamentablemente, con los años los índice de desnutrición han subido por diferentes cuestiones, pero lo más característico es por la pobreza que le toca pasar a las personas.-me explica dejándome peor de lo que estaba.-Debemos intervenir de inmediato antes de que sea tarde...-su explicación se ve interrumpida por el ruido de la puerta siendo abierta.

-Lamento interrumpir, pero me gustaría estar presente.-dice Andriano sentandose a mi lado e incómodandome.

-¿Y Fabiano?-le pregunto preocupada.

-Está con mi amigo y su novia, ellos lo cuidarán hasta que terminemos.-me explica.

   

-Yo...-estoy a punto de pedirle que vaya por él, no me gusta tenerlo lejos y menos si está con personas desconocidas.

-Él está bien, debes preocuparte por ti, además, jamás dejaría a mi hijo con alguien en quien no confiara.-dice con seriedad.

-Bien, cómo le decía a la señorita, la desnutrición es una enfermedad que puede llegar a ser mortal si no se trata a tiempo.-nos explica y siento la mirada de Andriano en mi persona.

-¿Desnutrición? ¿Cómo es posible?-pregunta incrédulo.

-Eso estaba a punto de preguntarle a la señorita, esto no es de ahora, lleva meses e incluso años sin una buena alimentación, y esto sucede hasta que llega un tiempo en dónde ya no se puede ocultar.-dice la doctora.-Las causas de la desnutrición pueden ser varias, cómo por ejemplo, no tener acceso a alimentos, trastornos o fármacos que interfieren en el consumo, el procesamiento (metabolismo) o la absorción de los nutrientes, un aumento importante de la demanda de calorías. También, las personas pueden carecer de acceso a los alimentos porque no pueden pagarlos, no tienen manera de llegar a una tienda, o son físicamente incapaces de comprar. En algunas partes del mundo, los suministros de alimentos son inadecuados debido a la guerra, la sequía, las inundaciones u otros factores, es por eso que depende de la situación de cada persona.-concluye.-Asi que, ¿Cuál es la razón, Charlotte?-me pregunta y me pongo nerviosa al tenerlos a ambos observandome.

-Yo... ¿Mi hijo puede estar desnutrido?-pregunto temerosa de que mi pedacito de cielo este enfermo.

-Es una probabilidad, pero por como lo ví puedo asegurar que tú hijo es un niño muy saludable y si mi intuición no me falla y puedo asegurar que no, tú hijo está en perfecto estado porque te has encargado de alimentarlo aunque eso significará que tú no lo hicieras, ¿Estoy en lo correcto, Charlotte?-me pregunta mirándome de una manera que no puedo descifrar.

-Yo... no me arrepiento de haberlo hecho, él es mi hijo y si tendría que sufrir para que el no lo haga lo haría sin pensarlo.-digo encontrando mi voz al tiempo que siento una lágrima traicionera bajar por mi mejilla derecha e inmediatamente me limpio no queriendo verme débil. No me gusta demostrar mis sentimientos porque eso sería usado en mi contra.

-Eres una mujer admirable, y pondremos todo de nuestra parte para que te sanes.-me dice regalandome una sonrisa tranquilizadora.

-Muchas gracias.-le agradezco a esa mijer que no conozco, pero que me da confianza y eso no me suele suceder.

 

   Buenas tardes, espero que esten muy bien y que hayan disfrutado del capitulo y si es asi dejenlo en los comentarios.

   ¿Qué opinan del cambio de Andriano? ¿Tendrá buenas intenciones o no?

#Teorias.

   Nos leemos pronto.

   Estefanía... Saludos ❤️

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