Territorio de la manada Diamond Moon.

Alfa Oziel.

El rastro de lastima o preocupación que Lie tenía por Calixto se ha ido. Me dice que le diga todo lo que debo decir ahora para desequilibrarlo más, porque se lo merece, pero respiro profundo.

—Calixto, si Alex está molesto por lo que hicieron en el pasado, tiene sentido. Tal vez ver que estabas con ella le hizo recordar a Rebecca, al cachorro, a Ignat… Tal vez no se perdona eso, y ahora te castiga.

Mi opinión lo hace verme de nuevo, asintiendo como si afirmara eso.

—¿Entonces debo disculparme con ella? —dice, precipitado, levantándose—. ¿Qué tengo que hacer para que Alex vuelva?

Justo cuando creo que está por volverse loco, la puerta suena, y de repente el olor de cereza con canela se filtra por todo mí ser, haciendo a Lie gemir como un pequeño cachorro.

Es Esther. Está cerca.

Me levanto para abrir la puerta, intentando controlar mis nervios, y efectivamente la veo a ella, con sus ojos hermosos regalándome una mirada rápida.

Su olor me