63: Allí está tu destino.
Dania.
No me sorprende demasiado lo que la mujer me dice. Quizás sea vidente.
—Eso tiene sentido para mí —expreso—. ¿Quieres decir que tu abuela murió?
Ella asiente, conteniendo sus lágrimas.
—Sí, hace como siete años… —responde, por lo que tomo su mano por encima de la mesa y expreso mi pésame—. Es increíble tu hechizo, si tus ojos no fueran tan claros y la conexión entre todos no fuera tan fuerte no habría podido sospecharlo.
La mano de Leander toca mi hombro y suspiro.
—¿Cómo te llamas? ¿Eres la única con don después de tu abuela?
—Mi nombre es Ginevra y sí, soy la única. Por eso la abuela me confió todo a mí —responde y luego parece llenarse de fuerzas, porque respira y extiende mi palma en segundos—. Dania… Qué bonito nombre… Lamento la muerte de tus padres…
Su ráfaga de evidencias me da escalofríos. Definitivamente es vidente, como Deseret a la cual no pudimos conocer.
—Gracias… —respondo, pero mis nervios llegan cuando al trazar una línea en mi mano, su rostro se arruga. Leande