111: Sin mentiras.
—Pensé que iban a cancelar las inscripciones —comenta Atenea—. Lavinia me llamó para decir que iría, ¿te dijo?
Alan la mira, sorprendido.
—No pueden atrasarse solo por una manada, pero… ¿Fue a inscribirse? —cuestiona, por lo que Atenea asiente, con una sonrisa—. No me digas…
La mujer ríe.
—Sí. Fue a inscribirse en la categoría Alfa.
Aslan casi brinca de la felicidad. Se sienten tan orgullosos. Oh Diosa. Iban a apoyar en lo que fuera que se metiera su cachorra, pero que se haya decidido a seguir con el legado Maxwell es una gran noticia para ellos.
¡Una hembra Alfa! ¡Su hija! ¡Su pequeña Lavinia!
Todavía está recuperándose de la noticia, cuando tocan la puerta, así que lo permite sin moverse de la comodidad con su esposa.
—Alfa —saluda Saúl—. ¿Te enteraste? Saik fue a inscribirse en la categoría Beta porque Lavinia irá a la Alfa. ¡Nuestros cachorros, Alan! —exclama. Ríen un momento, felices, en medio de tanto caos. Y luego, después del momento, Saúl pone un tono serio para agregar: —El