Cándida estaba realmente muy emocionada porque justamente eso era lo que ella deseaba con todas sus ansias, poder casarse con Guillermo para así liberarse completamente del yugo de Rogelio.
— Pues estoy totalmente de acuerdo contigo hermanito, creo que es mejor que definamos nuestra relación porque no estoy dispuesta a seguir siendo una solterona amargada encerrada en esta casa bajo tu mando. Ah y por cierto, ¿En dónde está mi querida cuñadita que no la veo por aquí?
Rogelio enseguida le contestó con una mirada pícara y al mismo tiempo poniendo una sonrisa malévola:
— A mi mujer la mandé a buscar con la nana, se quedó dormida estaba muy exhausta después de la noche tan romántica que tuvimos.
— Uyyyyy pero que picarón hermanito, y eso que todavía estás en esa silla de ruedas, entonces quiere decir que las terapias que te está haciendo mi cuñadita han dado muy buenos resultados.
— Pues así es, Emperatriz tiene una mano de seda y cada vez que me toca me hace estremece