54. Voy a besarte, Jay Jay
Margot
Puedo sentir los ojos de Jayden fijos en mí en cada paso que doy, pero no me he volteado ni una sola vez para mirarlo. Cuando llegamos a la fiesta su madre nos había dado una mirada de cuerpo completo antes de asentir una sola vez y prácticamente arrastrarnos a donde un montón de personas, entre hombres y mujeres, se encontraban para que Jayden saludara y yo fuera presentada. Cada vez que él decía la palabra novia, todas las personas se miraban entre ellos como si no pudieran creer lo que escuchaban y Susana parecía querer meter la cabeza debajo de una piedra, lo cuál, sobra decir, me hacia sentir super incómoda.
Por eso, apenas vi la oportunidad me separé de Jayden diciendo que iría por algo de beber y lo dejé hablando con dos chicas más o menos de nuestra edad, que no dejaban de nombrar títulos, bailes y eventos a los que habían estado asistiendo. Un segundo más y me habría volado la cabeza.
Para ser sincera, el problema no es la fiesta, porque debo admitir que todo quedó her