Margot
Jayden me observa con absoluta seriedad por al menos durante cinco segundos, antes de que la esquina derecha de sus labios empiece a inclinarse lentamente hacia arriba. Su postura, antes tensa, se relaja por completo y la sonrisa come mierda regresa más recargada que nunca. De inmediato un mal presentimiento se instala en todo mi cuerpo y mi corazón empieza a latir de manera muy rápida dentro de mi pecho. Sea lo que sea que vaya a decirme, estoy bastante segura de que no va a gustarme.
—Es justo ahí donde te equivocas, sexy Margot. —Me dice y la respiración se me queda atascada mientras lo veo darme una sonrisa que no tiene nada de amable, es pura malicia y triunfo y yo siento que no puedo respirar— La diferencia entre los dos, es que yo soy la única salvación que tienes para conseguir lo que buscas, y en cambio, si tu no aceptas mi propuesta, yo tengo otras opciones a las cuáles recurrir y que sé que no dirían que no. Así que tal y como yo lo veo la única que saldría perdiend