Ante los desgarradores gritos de Diana, Rosi y Galeano, no tuvieron más opción que abandonar la habitación y enfrentar la cruda realidad. Al llegar a las escaleras, se encontraron con una escena aún más angustiante: el padre de Galeano yacía inconsciente en el suelo, mientras Diana lloraba y gritaba desesperada.
— ¡Galeano ayuda a tu padre! Llama una ambulancia, se ha puesto muy mal, no sé que le pasó.
Cuando ambos escucharon a Diana decir que no sabía qué le había pasado, inmediatamente se dieron cuenta de que Raúl, no habia alcanzado a decirle la verdad. Fue en ese momento que Rosi se atrevió a acercarse, estaba muy nerviosa y los gritos de Diana provocaron la atención de los invitados que también corrieron a ver qué estaba sucediendo.
Diana no paraba de llorar mientras decía desesperada:
— ¡Se murió! ¡Se murió!
— ¡No madre! No está muerto, aun respira, ya la ambulancia viene en camino.
Diana se quedó con la mirada fija en Raúl mientras acariciaba su pelo, pero Galeano estaba