—La hora del baile de los novios ha llegado. —Su prima no había terminado de hablar cuando ya estaba tirando de él para que se levantara. Miró a Ariadna y ella asintió, entonces la llevó a la pista. La prima de Alexander había hecho un buen trabajo organizando todo. Incluso se había tomado el tiempo de averiguar las canciones favoritas de ambos. Y la que empezó a sonar era una de ellas.
«I have nothing, de Whitney Houston»
Alexander la tomó de la cintura y la acercó a su cuerpo. Por su parte Ariadna entrelazó sus manos alrededor de su cuello y se dejó guiar por él. Minutos después, algunas personas se unieron a la pista de baile.
Ambos estaban en completo silencio. Ella solo podía sentir su aliento y respiración golpear unas veces su hombro y otras veces su cuello. Su mano se paseaba por su espalda con demasiada parsimonia para luego volver a su lugar en su espalda baja. Su tacto era como fuego que incluso sobre la tela de su vestido hacía que su piel ardiera. Intentó no estremecer