Ella abrió los párpados que sentía muy pesados, y se encontró con el rostro de él a unos centímetros de distancia.
_ No quiero ir a mi habitación_ murmuró_ Quiero quedarme contigo, por favor.
_ Para que después lo lamentes!_ Ares trato de ponerla de pie, pero Hanah hizo un movimiento brusco y lo hizo perder el equilibrio, por qué que cayeron juntos en la cama.
_ Por favor, Ares_ suplicó la joven y colocó sus manos en el pecho desnudo del hombre que solo tenía una toalla envuelta en la cintura_ No me gusta la oscuridad, no quiero estar sola_ se acercó más a él mientras hablaba. Ares se tensó y dejó escapar un gemido.
_ No sabes lo que pides Hanah_ dijo él mientras sus ojos brillaban en la oscuridad como dos gemas preciosas.
Sin poder evitarlo, él deslizó una mano hasta el cabello sedoso de la joven y con la otra oprimío la espalda, atrayéndola más.
Hanah lo miró con la vista nublada, sentía las extremidades relajadas. La piel de Ares olía a fresco después del baño, la joven deslizó un