♥ Capitulo: En un Minuto ♥~Quiero estar a tu lado, sólo sesenta segundos de cada minuto~Entre beso y beso, Alexander depositó a Neyra sobre su cama con mucho cuidado; lo hizo con tanta delicadeza como si fuera una muñequita de porcelana.–No sabes cuánto anhelaba estar aquí contigo, ser la familia que soñamos. −mencionó emocionado.–¿Te quedaste para aludirme o para hacerme el amor? –preguntó ella con picardía y sonriendo.Neyra lo deseaba cómo él no tenía una idea. Lo necesitaba y lo seguía amando como el primer día que lo vio.–Estoy tratando de ser romántico y de seducirte.–Agradezco tus buenas intenciones, pero agradecería más si dejas la palabrería para otro día, y comienzas a actuar antes de que me gane el sueño. –sugirió coquetamente.Alexander hizo una señal de cerrar un cierre un sus labios y después comenzó a dejar pequeños mordiscos en el cuello de la mujer a la que no había dejado de amar nunca y que estaba seguro no dejaría de amar.–Con mucho gusto hermosa. –dijo ant
“Mas vale una verdad que duela, que una mentira que ilusione”Neyra volteo a ver a Alexander queriendo fulminarlo con la mirada, mientras hizo el intento de ponerse de pie. Pero un fuerte mareo la obliga a sentarse en la orilla de la cama.–¿Amor estás bien, hay que llamar a la ambulancia?–¿Mami, estás bien? –preguntó el niño, también preocupado al ver a su mamá tan pálida.–Si mi amor, no te preocupes. ¿Me puedes traer un poco de jugo de naranja o de manzana con hielo en pedazos? –pidió Neyra con una leve sonrisa.–¿En serio Alex? –reclamó Neyra molesta, en cuanto paso el mareo.–¿Qué pasa mi amor?–Si tu mamá quiere, yo estaría más que feliz de estar con mis dos amores. –imitó con un tono de burla, visiblemente molesta.–El niño me preguntó, ¿qué querías que hiciera o qué más le podía responder? –dijo riendo después de ver la cara de enfado de ella. Sabía que cuando se lo proponía podía ser un fastidio, pero aun así la amaba, y le daba gracia verla enfada.–Pudiste decirle cualqui
~Caminamos en la neblina del futuro incierto~–Cariño, tenemos la oportunidad de vivir aquí y de tener la familia que tanto soñamos.–Eso era antes Alex, las cosas cambiaron. Yo no me quiero arriesgar a "intentar" ser una familia, porque no quiero lastimar a Bryan si esto no resulta. Míranos, todavía no estamos juntos y ya estamos discutiendo.–Neyra, todas las parejas discuten. Es parte del paquete.–Lo sé Alex, pero no quisiera que Bryan se acostumbre a vivir con ambos y luego si las cosas no resultan va a tener que lidiar con pasar días contigo y otros días conmigo.–De todos modos, aunque no vivíamos juntos, el niño va a tener que pasar una temporada conmigo y otra contigo.–Es que esto era lo que no quería Alex. –dijo con lágrimas en los ojos mientras se agacha su cara y pasa las manos por su cabello–. Lo último que yo quería era que mi hijo tuviera que dividir su tiempo entre tú y yo.–Aunque tú y yo no vivamos juntos, eso va a tener que pasar. Yo también deseo pasar tiempo con
~Nunca subestimes al tiempo, la vida puede cambiar en un instante~–Alguien, llame a una ambulancia, por favor. –gritó Alexander desesperado.–El mismo tiempo que le va a llevar a la ambulancia llegar aquí, nos va a tomar a nosotros llegar al hospital. Vamos a llevarlo nosotros, si la vemos en el camino la paramos, por favor. –le suplicó Neyra a Alexander.Bryan recobró el conocimiento unos segundos después. Aun así, Neyra y Alexander decidieron llevarlo para que lo revisaran. A Neyra se le partía el alma al ver a niño en una camilla en el área de emergencia del hospital. Los doctores no se explicaban que había pasado con el niño, le hicieron una serie de exámenes para asegurarse que el episodio no fuera hacer de algo grave, especialmente ahora que sabían que el niño pudo haber heredado la misma enfermedad que Neyra.–¿Y mi pastel? –preguntó Bryan después que le explicaron lo que le había pasado.–Se quedó en la fiesta.–¿Y si se lo acaban?–No, no creo y si llega a pasar eso te compr
En el pasado, sus miradas irradiaban amor y complicidad, parecían leer los pensamientos del otro. Ahora sus miradas eran frías, llenas de resentimiento y desprecio de uno hacia el otro. Después de cruzar un par de palabras y de sonrisas fingidas, Alexander pidió una ronda más de bebidas para todos los de la mesa y ofreció un brindis por ella.−Va por ti...mi bonita, mi Neyra. La mujer que más he amado.El brindis y las absurdas palabras de Alexander tomaron a Neyra por sorpresa, ya que no sabía si tomarlo como burla o como broma. ¿Cómo se atrevía a decir esas cosas después de que la desprecio y le dijo que las mujeres como ella solo servían para pasar un buen rato? Cerro los ojos mientras suspiro y empuñó sus manos, al mismo tiempo que agradeció en silencio por no tenerlo cerca y darle su merecido por sínico y hablador. Ella no bebía
♥ El Encuentro ♥~No hay lugar como el hogar~A Neyra Castillo le llevo unos segundos apagar el motor y bajar de la camioneta Ford Runner gris que rentó en el aeropuerto para llegar al rancho de los Kohl. Con incertidumbre camino a la puerta de la casa prefabricada que ocupaba el capataz del rancho. Todo parecía igual al día que ella salió de ahí, hacía siete años. Lo único que vio diferente fueron las jardineras a la entrada de la casa y a un costado. Ahora tenían más plantas y los rosales estaban tupidos, algunas rosas apenas en botón, mientras que la mayoría estaban parcial o totalmente abiertas. Al ver lo hermoso que se veían, pensó en lo orgullosa que estaría su madre de sus plantas; se notaba que le gustaban las flores y la jardinera.En ese momento cruzó por su mente la duda de si su papá también estarí
“El silencio otorga, la sonrisa confirma y la mirada habla”Neyra estaba siendo abrazada por sus padres, con una sensación de plenitud, de tranquilidad, de paz; sin duda ese momento era invaluable y lo iba a atesorar y a recordar por siempre. El estar al lado de ellos era lo único importante en ese momento. Iba a dejar que pasaran unos días para abordar el tema del trabajo y de la casa. Con suerte y con la ayuda de sus hermanos, quizás juntos lograran convencerlos para que comenzaran a disfrutar un poco más de vida; de sus hijos y de los nietos. Después se preocuparía de eso, ahora su única prioridad era enfocarse en disfrutar al máximo, estar ahí con ellos.A pesar de que Manuel estaba feliz de volver a ver y de tener en casa a su hija menor, él tenía que cumplir con sus obligaciones y labores; quizás otro día hubiera podido pasar más tiempo con ella o enviar a su mano derecha a supervisar por él. Pero por desgracia, ese día ya tenía un compromiso de trabajo y no lo podía cancelar o
~El corazón nunca olvida el lugar donde dejo sus mejores latidos~Después de que Neyra se despidió de aquellos conocidos, volvió a hablar con su amiga mientras no podía dejar de pensar en que Alexander estaba más apuesto de lo que ella lo recordaba. Ahora tenía quince kilos de más, pero al parecer eran de puro músculo, las venas de su antebrazo sobresalían entre cada músculo, fue difícil no notarlo en el momento en que tomo el jarro de cerveza que tenía enfrente de él. Sus brazos, sus hombros y pectorales estaban perfectamente detallados.Por lo general Alexander esperaba hasta estar en su casa para beber algo, pero esa tarde en el trayecto a su casa por alguna razón decidió ir a comer algo y aprovechó que estaba ahí para tomarse unas cervezas. Sin saber por qué volteo hacia la puerta y vio a Neyra entrar. No le dio importancia,