Sí, lo sé. ¿qué les puedo decir? Creo que el primer amor, es el amor verdadero y que un amor como el de Alexander y Neyra vale la pena darle una segunda oportunidad. Si les gusta la historia no olviden seguirme y darle un me gusta. Cuidense, Lynn Baez
~No es un adiós, es un hasta luego~–No te pongas celosa, a nadie quiero como te quiero a ti. Tú eres la única mujer a quien quiero tener a mi lado por el resto de mis días. –comentó tratando de darle un beso.–Alex, me alegro de que estés bien y que no haya pasado a mayores. Pero esto no cambia nada entre tú y yo. Eres el padre de Bryan, pero...–no terminó de hablar porque él la interrumpió.–Y de este bebé también. –afirmó mirándola a los ojos mientras sostenía delicadamente su rostro.–Sí, Alex, también de este bebé. Pero yo continúo comprometida con Edward.–Creí que habías cancelado la boda.–Sólo la pospuse hasta que...–dejó la oración a medias porque no quiso informarle que no tuvo el valor para terminar con él; ya que fue más doloroso de lo que pensó y no tuvo el corazón para lastimar a Edward–. Yo aún sigo comprometida con él.–¿Lo amas Neyra?Preguntó Alexander esperando que le dijera que al único que amaba era a él, que Edward, era sólo un amigo para ella, nada más.–Me ten
♥ Lo Correcto ♥"Al final, siempre debes de hacer lo correcto, incluso si es difícil" ~Nicholas Sparks~Con el beso de despedida dieron por terminada su relación Neyra y Edward. Él se sentía satisfecho porque dio lo mejor de sí, y que mejor manera de demostrarle cuanto la amaba, que dejándola libre. Ante todo, era un caballero y sin importar cómo se sintiera en ese momento, no la iba a presionarla a estar en una relación en la cual ella ya no quería estar; ella era libre a partir de ese momento.Edward se dio cuenta del desinterés de ella por él, al principio prefirió pensar que era por el dolor de haber perdido a su padre. En el fondo, lo supo desde el momento en que conoció a Alexander, todo en él gritaba que Neyra era su mujer. Era como si la reclamara con su sola presencia. Y su actitud no dejaba ninguna duda.Cuando Neyra se desmayó en el funeral, vio en los ojos de Alexander la angustia y el temor de perder a la mujer que amaba. Podía ver lo arrepent
~Aprender a darle tiempo al tiempo; a esperar la oportunidad, todo llega cuando tiene que llegar~–Está bien, tú ganas. Si no me quieres dar una oportunidad a mí, dásela al amor. Este amor que yo sé aún existe, que es real como tú y yo. Si no lo quieres hacer por nosotros, hazlo por Bryan y por este bebé. –dijo señalando su vientre–. Ellos merecen crecer en un hogar lleno de amor. Porque yo te amo, nunca he dejado de amarte. También tengo la certeza de que en este momento el temor de volver a sufrir no te deja aceptar, ni reconocer que no has dejado de amarme. Dale tiempo al tiempo, solo él puede sanar las heridas del alma y del corazón.Con esas palabras en su mente, Neyra se fue, intentó pensar un poco en lo que Alexander le dijo, pero el dolor de cabeza que comenzó a sentir la obligó a olvidar el tema por el momento.El día que Alexander salió del hospital, su familia se reunió en el rancho para hacer una carne asada. Arreglaron un par de mesas en el jardín, bajo la sombra de unos
~Reconocer un error no es humillarse, es crecer como persona~–Usamos protección todas las veces que hemos estado juntos, excepto la vez que saliste a cabalgar y debido a la tormenta terminamos pasando la noche en la cabaña. −le aclaró Alexander.Neyra se le quedó viendo mientras recordaba los hechos de aquella noche.–Ese día no lo hicimos, tú no te quisiste meter a la tina conmigo porque no traías condones. –comentó ella con más dudas que antes.–Neyra, tuviste calentura. Te quedaste dormida, desnuda, envuelta en una cobija y cuando te despertaste, prácticamente abusaste de mí. –dijo bromeando.–No es cierto, me estás aprovechando de que no lo recuerdo. –mencionó riendo nerviosa.–Estoy hablando en serio, me agarraste dormido. Te dio calentura, traté de persuadirte un par de segundos porque estabas ardiendo, pero al final me ganó el deseo y me dejé llevar. La verdad no recuerdo si lo hicimos sólo una vez, lo que sí sé es que no usamos protección. Tuvo que haber sido esa vez, soy muy
♥ En Familia ♥~Muchas veces las cosas pequeñas son las que nos dan mayor felicidad~Alexander se ofreció para ser él quien le fuera a informar a Bryan que iban a estar en su casa. Aprovecho para pedirle a su familia que no los molestaran y que se hicieran cargo del niño mientras él y Neyra descansaban un rato juntos. Quería pasar tiempo con ella a solas, sentía la necesidad de no volverse a separar de su mujer nunca más.Cuando llegó a su habitación la encontró profundamente dormida y se alegró de volver a verla dormir nuevamente en su cama. Al mismo tiempo y sin darse cuenta una gran sonrisa se dibujó en su rostro al ver el vientre prominente de Neyra, se sentía orgulloso y feliz por haber sido el responsable y el portador de la semilla de ese pequeño milagro que crecía cada día en el vientre de la mujer que amaba. Se acostó a su lado quedando frente a ella, tenía la intensión de admirar a su amada y disfrutar ese momento; sin embargo, el efecto de la pastilla lo obligó a cerrar sus
~La familia es donde el vida empieza y el amor nunca termina~–Sí, mami, tú también tienes muchos, muchos zapatos y bolsas y estás esperando a que salgan las nuevas colecciones para comprarte más; tú las quieres todas. –dijo el niño riendo, pues sabía que esa batalla ya la había ganado.Con su padre a su favor se iba a salir con la suya, en realidad quería el juego que tenían sus primas, pues ellas no estaban todo el tiempo ahí para poder jugar. Sobre todo, le entusiasmaba saber que su papi se lo regalara.–Chismoso. –dijo Neyra haciéndole caras chistosas antes de dejarse ir hacia él para agarrarlo a cosquillas.Después de despedirse de la familia de Alexander, acordaron en ir primero a la casa de Neyra para dejar su camioneta y de ahí irse juntos en la camioneta de él al centro comercial para comprarle al niño lo que quería. Sin planearlo, terminaron entrando a varias tiendas, incluyendo una para bebés. Neyra no imaginó que le costaría tanto trabajo, convencer a Alexander de que no
En el pasado, sus miradas irradiaban amor y complicidad, parecían leer los pensamientos del otro. Ahora sus miradas eran frías, llenas de resentimiento y desprecio de uno hacia el otro. Después de cruzar un par de palabras y de sonrisas fingidas, Alexander pidió una ronda más de bebidas para todos los de la mesa y ofreció un brindis por ella.−Va por ti...mi bonita, mi Neyra. La mujer que más he amado.El brindis y las absurdas palabras de Alexander tomaron a Neyra por sorpresa, ya que no sabía si tomarlo como burla o como broma. ¿Cómo se atrevía a decir esas cosas después de que la desprecio y le dijo que las mujeres como ella solo servían para pasar un buen rato? Cerro los ojos mientras suspiro y empuñó sus manos, al mismo tiempo que agradeció en silencio por no tenerlo cerca y darle su merecido por sínico y hablador. Ella no bebía
♥ El Encuentro ♥~No hay lugar como el hogar~A Neyra Castillo le llevo unos segundos apagar el motor y bajar de la camioneta Ford Runner gris que rentó en el aeropuerto para llegar al rancho de los Kohl. Con incertidumbre camino a la puerta de la casa prefabricada que ocupaba el capataz del rancho. Todo parecía igual al día que ella salió de ahí, hacía siete años. Lo único que vio diferente fueron las jardineras a la entrada de la casa y a un costado. Ahora tenían más plantas y los rosales estaban tupidos, algunas rosas apenas en botón, mientras que la mayoría estaban parcial o totalmente abiertas. Al ver lo hermoso que se veían, pensó en lo orgullosa que estaría su madre de sus plantas; se notaba que le gustaban las flores y la jardinera.En ese momento cruzó por su mente la duda de si su papá también estarí