Mi Luna Huele a Pasión
Mi Luna Huele a Pasión
Por: Maya Briceño
PRÓLOGO

Colombia, 2018.

 La noche de mi cumpleaños número 18 cambiaron muchas cosas, sobre todo yo.

“Mujer de 88 años fue atacada hasta la muerte en el jardín de su casa por lo que parecer un animal que aún no se ha identificado… ”

Mis manos llenas de sangres al igual que mi ropa, me siento sucia y perdida, no recuerdo lo que sucedió anoche, tampoco sé cómo llegue a mi cuarto, solo puedo escuchar las sirenas de los carros, me siento rara, puedo oler y escuchar el triple de lo que escuchaba normalmente.

¿Qué sucedió conmigo? ¿Qué fue lo que hice anoche?

No puedo recordarlo con claridad, solo sé que mi cuerpo cambió y no me pude controlar por mí misma, creí que sería una buena noche de fiesta por haber cumplido la mayoría de edad, pero no fue así.

— Helena… — escucho mi nombre mientras la puerta de mi habitación se abre.

Ghisoni Canton de Fiumorbo-Castello, Francia, 2023.

— ¿Helena Ramírez? — preguntan, parpadeo y me levanto de mi asiento alzando mi mano — Adelante — asiento y sigo a la secretaria, me indica la puerta y respiro profundo antes de entrar.

Ahora tengo 23 años, se acaba el mes de abril y yo estoy en otro país en donde nadie me conoce, solo estoy yo y mi rara condición. Han pasado 5 años desde aquel accidente del que no puedo hablar ni pude hablar cuando me interrogaron, al parecer por el traumático suceso que sucedió.

Me siento frente a la mujer rubia de ojos claros, me mira de arriba abajo analizándome y juzgando mi apariencia, trato de no ponerme nerviosa, me ha costado encontrar un buen trabajo que no sea ser mesonera en un bar de mala muerte, ya no puedo trabajar de noche, mi cuerpo no me lo permite.

— ¿Así que colombiana? — pregunta mirando mi expediente, asiento — Graduada en diseño de moda y de idiomas… veo que no has trabajado en ninguna empresa — asiento, deja de lado la hoja y se cruza de brazos — ¿Sabes que solo es un trabajo como secretaria, no? — pregunta con cierta arrogancia.

— Si, señora — suspira levantándose de su asiento.

— Estás dentro, por lo que revise supongo que no me haría mal alguien que sepa idiomas, comienzas mañana — me da un papel y se voltea, me levanto viendo a la secretaria entrar, me indica el camino y me voy, una vez fuera del pequeño estudio de moda no puede evitar chillar de la emoción por mi trabajo.

Me detengo de festejar cuando la alarma de mi teléfono empieza a sonar, miro que dan las 5 de la tarde y tengo que volver a mi apartamento rápido, tomo un taxis e indico la dirección mientras miro los segundos pasar, hoy es luna llena, por alguna razón tengo que protegerme de la luna llena desde hace 5 años, mi cuerpo deja de reaccionar y al día siguiente no recuerdo nada, lo sé porque al mes después de cumplir 18 años desperté desnuda en el bosque.

Es como si fuera hipnotizada cuando miro la luna y me niego a creer lo que me dijo esa bruja que solo hizo que gastara la mesada del mes pero sus palabras no dejaron de resonar en mi cabeza por varios meses como si lo que me dijo fuera real.

“Eres una mujer lobo, tu sangre pertenece a la realeza y tu destino como luna de manada espera tu llegada”

De solo recordar esas palabras me di a la fuga porque está loca, buscaba respuestas y solo encontraba más complicaciones a mi aburrida y monótona vida.

— Hemos llegado, señorita — dice el chofer, pago y agradezco, entro al edificio y corro a las escaleras subiendo esta los escalones en dos en dos hasta llegar al cuarto piso, entro a mi apartamento y comienzo o más termino de tapar las ventanas y todo los orificios del lugar.

Yo solo quería saber si tenía alguna maldición o algún mal de ojo para que estas cosas me sucedieran pero la bruja terminó diciendo cosas sacadas de algún libro de cuento de ficción. Desde que me mude hace un año a Francia que por alguna razón del momento se me dio la oportunidad de terminar mi carrera aquí, desde entonces he llevado una vida lo más normal posible. He llevado estos 5 años averiguando lo que pasó pero lo único que puedo hacer es echarme la culpa de lo que sucedió la noche de mi cumpleaños número 18, donde mi vida se volvió rara.

Mis padres murieron cuando apenas tenía 10 años y la única a la que tenía, la perdí esa noche que no puedo recordar del todo. Y cuando cierro los ojos, solo puedo obtener pesadillas como si fuera un castigo, sí, podría decir que fue mi culpa lo que sucedió.

(…)

Miro la hora del reloj de la oficina, observo hacia afuera mirando los grandes ventanales que tiene el estudio de dos pisos, todos los de adentro podíamos mirar hacia afuera pero nadie de afuera puede mirar hacia adentro a no ser que estés en el cafetín del estudio pero eso no es lo que realmente me importa en este preciso momento, sino que hoy es luna llena y es mi tercer mes trabajando en el estudio de Monic Belle, lo que significa que estoy a punto de perder el control de mi cuerpo si no me refugio en mi apartamento pero mi jefa me dejó haciendo horas extras.

Y todo porque la semana de la moda está a la vuelta de la esquina pero mi vida corre peligro y es más importante que ese desfile.

— Helena… — me quedo quieta y miro a mi lado a Jazmín, una de las asistente de Monic que se encarga de ayudarle, claro como Monic dejó todo en nuestras manos para irse de fiesta solo por ser viernes, algo de lo que envidio porque eso haría yo si tuviera una vida normal y monótona como pensé que tenía.

— Jazmín, tengo que irme, realmente lo siento por no quedarme hasta la madrugada pero realmente es urgente, te prometo que mañana en la mañana llego antes que Monic — digo suplicante tomando mis cosas, salgo corriendo de ahí sin esperar que me diga algo pero ya era tarde.

Tarde para mí. Entro en un callejón siento un cosquilleo por todo el cuerpo, empiezo a oler una fragancia pero lo único que veía era basura y más basura, observo el bosque al final del callejón, siento que algo me llama.

“Está aquí”

Escucho una voz pero estoy sola, caigo de rodilla empezando a asfixiarme, siento un cosquilleo diferente, no quiero mirar hacia arriba y ver la luna llena.

“Te prometo que no tomare todo el control de tu cuerpo, solo te pido que corras hacia el bosque”

Otra vez esa voz, por alguna extraña razón la conozco pero no de ahora sino de hace 5 años. Me levanto quitándome los zapatos y comienzo a correr y sin darme cuenta deje de sentir mi ropa. No he dejado de correr por 3 horas, mirando a todos lados en busca de algo que ni yo sé.

El sol empieza a aparecer entre las montañas, escucho el correr del agua, debe estar cerca un río por aquí, me acerco al llegar y me quedo en mi lugar al ver mi reflejo en el agua, ahora sí podría decir que mi vida dejó de ser normal del todo y que las palabras de la bruja no eran falsa.

¿Mujer lobo? Solo veo un lobo, no me asusto, no hago drama, solo quiero llorar pero no sé de qué.

Observo mi pelaje blanco como el mechón blanco que tengo desde que nací por el raro lunar que me salió en el cuero cabelludo pero mis ojos son de un raro amarillo cuando en realidad mis ojos son verdes.

Suspiro y solo me dispongo a tomar agua como si me empezara a familiarizar con esta forma, esto debe ser un sueño, un sueño raro. Me detengo en seco al escuchar el crujido de una rama, alzo mi mirada para observar a un lobo marrón del doble de mi tamaño, trago saliva, sus ojos son rojos, no como los de un lobo normal y silvestre.

¿Podría reconsiderar que la bruja tenía razón y que los hombres lobos existen en este mundo?

Me mira extraño, lo bueno es que está al otro lado del río pero huele a esa fragancia dulce que olí en el callejón, ¿Es normal sentirse extraña?

Se nota que quiere acercarse más pero me echo a correr después de escuchar el disparo de una escopeta y darme cuenta que no es un sueño lo que acabo de sentir y vivir.

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