NARRA LA REBELDE
Mi mamá nos conversó lo que pasó y cuando los hermanos de Albert dijeron que el m****a primo de Mario estaba aquí en la clínica me dio un coraje de los remil diablos, mire al mayor de ellos y comente.
—Pero ese idiota va a tratar de negarlo, uy, quisiera sacarle la verdad a patadas.
Todos se rieron de mi ocurrencia, pero Damián hablo muy seguro.
—Chiquilla y futura cuñadita, usted no se preocupe, nosotros tenemos maneras de persuadirlo, ¿verdad hermanito?
El llamado Carl solo lo observo con el entrecejo fruncido y el otro opto por cruzarse de brazos y dejar de mirarlo, mi papá camino hacia mí y me abrazo diciendo.
—Los vamos a proteger a ustedes dos mi tesoro, no te preocupes mi amor, ya despertará ese hombre y tendrá que decirnos todo lo que sabe.
La enfermera entró diciendo.
—señorita Dianne el señor Albert pregunta por usted, quiere verla.
Yo observé a todos con mi semblante lleno de alegría y salí corriendo de allí hasta la habitación donde estaba asilado el amor d