—¿Cómo está Clara últimamente? Ella se atrevió a actuar contra los Sánchez, lo cual es una decisión decisiva, pero si no lo maneja bien, temo que atraiga el resentimiento de otros y cause problemas. Antonio y Sebastián no pueden volver, ustedes dos están a su lado, deben protegerla en todo momento. —Julio habló con un tono neutral, pero su mirada mostraba preocupación.
—Entendido, papá.
—Puedes estar seguro, papá. Si alguien se atreve a intimidar a Clara, lo haremos pagar con creces.
—No es necesario exagerar. Si lo dejamos vivo, es suficiente con que sufra.
La cena terminó y Julio y Diego salieron primero.
Cuando Javier estaba a punto de salir, se dio cuenta de que Diego había dejado su móvil en la mesa.
Mientras tanto, el móvil comenzó a vibrar.
El nombre, Alejandro, en la pantalla era muy llamativo.
Javier actuó para la ocasión y miró a su alrededor antes de aclararse la garganta y responder la llamada.
—¿Necesita algo, señor Hernández?
—Estoy buscando a Irene. —dijo Alejandro con u