¡Esto es un plan premeditado, un acto de venganza!
—¡Víctor! ¡Tenemos un grave problema!
Otro subordinado corrió rápidamente hacia él, respirando con dificultad y sudando profusamente. —¡El asesino ha tomado a una rehén! ¡Está en la azotea del edificio! Dijo que, si no lo dejamos ir, se lanzará con la rehén desde el techo, ¡llevándose a ambos!
Mientras hablaba, le pasó de inmediato el teléfono móvil a Víctor.
Víctor lo tomó enseguida, mirando con intensidad el video donde Raúl mantenía a la niña como rehén, gritándole histéricamente a los policías.
Cuando vio a la chica, pálida como el papel y con grandes lágrimas corriendo por su rostro, se dio cuenta al instante de que era Noa.
Quedó paralizado, su corazón se aceleró de inmediato y su sangre parecía fluir en reversa por todo su cuerpo.
¿Cómo podía ser ella?
A pesar de ser siempre calmado y muy sereno en su trabajo, incluso frente a los criminales más peligrosos, Víctor ahora se sentía completamente sin aliento y se apresuró a correr