Al terminar de bajar las escaleras ella retira su cabeza y dice a este:
-Gracias... Williams.
-Es un placer servirte... un verdadero placer querida.
Y sacando de su interior lo que con Ammos no pudo, Mara le acaricia el rostro y tras una sonrisa lo besa suavemente tomándolo por sorpresa, por primera vez en su vida.
Él cruzó la entrada del comedor cargando a Mara, ellos avanzaban en cámara lenta, muy suavemente la deja en una silla junto a la cabecera de la mesa.
En todo momento fue delicado y amable, como nunca lo había sido antes por ninguna persona, él lo sabia, sintiéndose débil ante ella.
-Querida ahora regresare, discúlpame un.....
-Esta bien-dijo esta nerviosa por lo que había hecho y un tanto avergonzada, una vez que él partió ella por fin respiro tranquila.
Cada vez que Williams o Ammos la besaban o acariciaba ella podía sentir lo mismo, ellos tenían una extraña conexión y ella estaba en medio.
Era de noche, alrededor de las 20:30 horas, el comedor era grande tenía una