Capitulo 6

De manera instantánea Mara despierta, encontrándose frente a los dos hombres los cuales estaban mirándola fijamente, por su cuerpo un escalofrió la dominaba haciendo que se tambaleara ya que sus piernas estaban temblando y sin pensarlo se aferró a la mesa instintivamente. En ese instante cruza miradas con uno de ellos, era un hombre joven de aspecto extremadamente pulcro, con una mirada penetrante, la cual no se despegaba de ella y al cual no podía dejar de ver, en ese instante pensó:

-Para sé un degenerado, estas bastante bueno, si hasta te pareces un bombón-de pronto una sonrisa le adorno su pálido rostro, la cual se esfumo cuando nota que el bombón también le sonreía y extendió su mano, tratando de tocar la de ella que aún ser hallaba aferrada a la mesa, tal vez fue la sonrisa o la acción del bombón, de tocarla, que Mara se asustó y despertó frente a los hombres y un terror la invadió tanto que retrocedió y se marcho rápidamente a la mesa junto a sus compañeras, las cuales ya estaban de pie y mirándola, a medida se acercaba, Mara noto la cara de Claudia y antes de que pudiera decir algo, un escalofrió la hizo temblar.

Toma asiento y detrás de ella sus compañeras.

-Parece que me voy a resfriar-dijo Mara a sus silenciosas compañeras.

Mariela quien ya había solicitado una nueva ronda, preguntó a Mara:

-¿Estas bien?, parece que hubieses visto a un muerto.

-Si estoy bien-respondió está- pero porque mejor no nos vamos de aquí, es tarde ya.

-No-dijeron sus compañeras al unísono.

-¿Que fue lo que estabas haciendo en aquella mesa? acaso estas mas borracha que Mariela-comentó Claudia, tratando de averiguar por que el rostro de pánico de Mara.

Mara comienza a contarle lo sucedido a Claudia, la cual escucha y solo hasta que llegan las cervezas habla. Mientras el mozo dejaba las cervezas y se llevaba las copas vacías, se percata de la existencia de los otros hombres que estaban en la barra, los cuales las miraban, paradójicamente tenían la misma mirada que el bombón.

-Salud... -levantaron una vez más sus copas y brindaron una vez más.

-Para que hombres lindos vengan a mí y se me sometan-exclamaba Mariela.

-Esta definitivamente no tiene arreglo... loca-comentaba Claudia mirando a Mara y a los extraños personajes.

-Yo creo que tomo mucho por una noche-agregaba esta.

-Y cuando no-decía claudia y de manera abrupta pregunta-¿Pero... y sin desconfiar de ti? ¿Estas segura que te hablo? ¿Lo escuchaste bien?, te digo que yo solo vi que te miraban, los dos, pero no que te hablo.

También te cuento que desde aquí yo pude darme cuenta que solo a ti te miraban, tanto los de la mesa como los de la barra.

-Si los de la barra me estaban mirando-reconoció Mara-y los de la mesa, bueno, hablarme directamente no, yo solo lo escuche... dentro de mi cabeza.... ¿entiendes?, es como si una persona te hablase y no lo hace con sonidos fue una voz linda, pero una voz en mi cabeza y estoy segura de que fue él-señalando a la mesa del otro extremo, no podía entender lo que le ocurría, aún  estaba temblando.   

-Realmente no entiendo como alguien puede hablarte sin... hablarte, es..., solo las voces que escuchaste es lo que me preocupa, a parte de que estabas frente a ellos y cuando nosotras te llamamos no nos hiciste caso.

-¿Cómo, me llamaron?...yo no las escuche-dijo asustada y con sus puños apretados Mara.

-Si te llamamos cuando vi que estabas en su mesa y que ellos te estaban mirando, pero desde aquí no supe distinguir si es que estaban hablando contigo. Tal vez sea que de verás estas loca... o que tomaste mucha cerveza, aunque no tanto como Mariela-dijo Claudia riendo.

-No tanto-respondía esta.

-Bueno Mara si tu lo dices y aunque suene raro... será-comento Claudia un tanto preocupada por la cara de Mara.

-No estoy loca, debe ser la cerveza que me trastorna la cabeza, hum... les cuento que son bastante atractivos y lindos, tienen algo diferente-recordó Mara acaparando la atención de sus compañeras.

-Tienen plata y un buen perfume-ratifico Mariela.

Las tres mujeres rompieron nuevamente el silencio del lugar y haciendo un brindis por ello Mara agrego;

-Sea como sea, están bastantes buenos, aunque solo pude ver bien a uno, un verdadero ¡¡bombonazo!!

-No le habrás dicho bombón-sugirió Claudia.

-Bueno a decir verdad, lo pensé, que era un bombón.

-¿Bombón?... ¿No se te ocurrió nada mejor que eso?-expresaba burlándose de ella Mariela junto con Claudia.

-No... Pero no se lo dije solo lo pensé al verlo ¿me entienden?-pregunto nerviosa Mara.

-No... Pero si creo que has tomado demasiado esta noche-contesto Claudia.

-¿Es atractivo de verás?-preguntó Mariela.

-Si, están  buenos-respondía esta.

-Mejor cambiemos este tema, este ya me esta aburriendo, mejor porque Mara nos cuenta como te sientes ahora que nos contaste tu historia-comentaba Claudia mirando a Mariela quien estaba absorta en su cerveza.

-Mucho mejor, en verdad me hacia falta sacarme todo este peso de encima... de mis espaldas-agrego sinceramente Mara.

-Y por que mejor no se lo pediste a tu bombón... que te lo sacara y de paso le pedías que te sacara a dar una vuelta en su lindo auto-repuso Mariela provocando risas nuevamente y con ello las burlas hacia Mara por el bombón. Las mujeres reían desinhibidamente sin preocuparse por las miradas que esa noche estaban dirigidas a su mesa, tan solo Mara no podía evitar pensar que aquella voz no era producto de las cervezas y de no ser así entonces de que eran........

-Mujeres, creo como son las 1:55 de la mañana o noche como ustedes quieran, tenemos que volver a la pensión, por lo menos después de esta ronda, claro esta-unos segundos después Claudia era aplaudida por sus compañeras.

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