Angélica Ross.
Me despierto sintiendo mi cuerpo agotado, pero mi alma está refrescada. Es muy extraño y nuevo para mí estar cansado del sexo y al mismo tiempo feliz y ligero. Anoche fue la mejor noche de mi vida, estoy muy contenta de que Vince fuera la primera. Abro los ojos y miro al techo recordando cada momento de ayer, fue tan perfecto que parece que todo fue solo un sueño.
Después de unos momentos decido llamar a mi hermano para contarle lo de anoche y todo lo que me reveló Vicente, le prometí que no se lo diría a nadie, pero mi hermano es parte de mí, en él confío todo lo que soy.
Hola vida, vuelve a mí.
Te amo como nunca he amado a nadie, perdona mi desliz.
Todavía puedo ser el esposo con el que sueñas.
Y sigo soñando con el día en que voy a disfrutar todo de tu cuerpecito inmaculado.
firmado Gayo.
Leo el mensaje en cuanto tomo mi celular mi cuerpo se estremece de horror, este hombre debe estar loco y estos mensajes ya me empiezan a asustar.
Respiro hondo, este hijo de credos