Vicente Cooper.
- ¿Cómo se conocieron? - mi madre repite la pregunta.
- Trabajo para él - contesta Ángel - Acabo de licenciarme y he tenido la suerte de tener la oportunidad de trabajar con su hijo, en serio es genial y estoy muy contenta - dice con un brillo en los ojos - Es la última vez que me oyes decir esto - dice mirándome directamente - Si no pensará que es demasiado.
- Todavía puedo aumentar sus turnos - le advierto.
- No sabe jugar, Mari - le dice a mi madre - Soy tu mejor amiga, no puedes amenazarme.
- ¿Mejor amiga? - mi padre arquea una ceja - ¿Mejores amigos? - confirma con la cabeza - Creía que estaban saliendo, enrollándose.
- ¿Te gusta, papá? - mi hermana pregunta - ¿Ahora eres tan liberal?
- No contigo, mi princesita - bromea.
- ¿Sólo porque soy una mujer? Esto es un abuso de autoridad - se queja.
Escucho la pequeña discusión sin prestar mucha atención, mis ojos están atrapados en los majestuosos movimientos de mi vecino. Cómo encaja en ese entorno, conmigo, con mi fam