117. Último deseo
Emanuele tiene que ser sujetado físicamente por tres policías, mientras otros cinco hacen un muro protector delante de Sarah.
"¡No le hagáis esto! No matéis a mi hermana!", grita, con la voz entrecortada y haciéndose daño en los oídos. Las lágrimas corren por su rostro.
Joshua intenta rápidamente que Emanuele vuelva en sí. Coloca ambas manos sobre el rostro bronceado de la joven:
"Eh. Eh, mírame".
"¡SUÉLTAME, JOSHUA!"
"Emanuele, por favor, cálmate y escucha lo que tengo que decirte".
"¡No! ¡No quiero escuchar nada de nadie, sólo quiero salvar la vida de mi hermana!".
Joshua apretó con cuidado los hombros de Emanuele e intentó acercarla a él. Sabía que ella estaba pasando por un momento difícil y necesitaba a alguien en quien confiar y en quien apoyarse.
"Lo sé, sé que quieres salvarla, pero tienes que calmarte. Escúchame, por favor. Podrías acabar enfermando una vez más, o incluso llevártela esos policías. Yo estoy aquí. Mírame".
Emanuele mira a Joshua a los ojos, intentando encontrar