Capitulo 282

Narra David De María

Alondra se abrazó más a mí y yo, rompí en llanto junto con ella. No podía ni pensar en que algo le pudiera pasar, yo me volvería loco, si eso fuera a ser así y entonces decidí, que iba a hacer lo que fuera, porque la pudieran revisar aquí en Madrid, no podíamos regresarnos sin saber, que era lo que la afectaba en realidad.

-Entonces luego planeamos ir a que mi padre, te haga un chequeo, no quiero que te pase nada malo, mi princesa.

-Está bien, mi amor, pídele una cita a tu papá, ya no me quiero volver a desmayar, porque a veces pienso, que ya no me voy a despertar nunca.

-Ya no digas eso mi amor, mejor descansemos, ya mañana hablo con mi padre.

Nos acostamos y cubrí nuestros cuerpos con un edredón, ella poco a poco, se fue quedando dormida y luego yo cerré mis ojos, quedándome rendido a su lado. Ya al día siguiente, me desperté y estuve por un rato contemplando a mi mujer, era hermosa, la más linda de todas.

Dejé que siguiera durmiendo en lo que yo me metía a baña
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App