~Capítulo 3~

♡Daniel♡

El helicóptero aterriza, estiro mi cuerpo bostezando, me había quedado dormido. Y al abrir mis ojos mieles, no podía creer lo que veía ¡DIOS!

Pero, ¿quién podría vivir aquí? ¡Esto no es lo que esperaba!

Además, ¿En qué momento habían aparecido esos otros chicos? Ya que cuando despegamos del helipuerto del edificio de mi padre, éramos sólo cinco, incluyendo al piloto, ¡ahora somos más de quince personas!

Y lo peor, es que después de descender del helicóptero, me toca caminar horrores y además llevar mi equipaje. Nadie me ayudo.

¡Que desconsiderados!

Mis pies se llenarán de ampollas y mis zapatos Gucci, ¡estan hechos un desastre!

¡¿Dónde me había enviado mi viejo?! ¡¿Al infierno?!

A mi alrededor solo hay un espeso bosque, con gigantescos árboles con raíces que sobresalen de la tierra. El viento parece querer contar los secretos de éste, porque pasa susurrando por mi lado, a mi oído. El sol me da de lleno en la cara, pero no hace calor, la brisa fresca que como dije antes, "susurra" hace que la mañana sea muy fresca.

****************

Dos horas después...

Cuando por fin se detienen a descansar yo no voy ni cerca, estoy muy por detrás de ellos, por lo que cuando los alcanzo y quiero detenerme, ellos toman sus cosas y siguen caminando.

¡Es que no tienen piedad de mí!

Después de eso, no sé cuánto tiempo pass, ni cuántos porrazos me doy hasta que veo un campamento. Mis ojos se abren como platos, no, no ¡mis ojos quieren salirse de sus órbitas! ¿apuesto a que todo es insalubre aquí? ¡Me enfermaré y moriré!

Saco mi iPhone pero no hay señal, ¡¿qué haré, no hay conexión?! ¡ahora si que moriré!

Por fin logro llegar con mi inmenso equipaje al campamento, algunos me miran de pies a cabeza y otros sonríen.

¡¿Acaso se estan burlando de mí?! ¿Qué se creen, acaso no saben de quién soy hijo? ¡Pues deberían tener cuidado de quién se burlan!

— ¡Hey muchacho! –me dice tío Oli, quién dicho sea de paso, ya no me cae tan bien– trae tus cosas aquí, dormirás en aquella cabaña mientras te acostumbras, luego lo harás como todos los demás en una tienda ¿ok?–me mira indicándome luego la cabaña, que esta a unos veinte metros mas o menos de distancia.

— Esta bien, pero le puedes pedir a alguien que me prepare un baño, lo necesito urgente sabes... –me mira, me vuelve a mirar, mueve su cabeza de un lado a otro y de la nada, ante mi cara de seriedad, suelta una carcajada– pero, ¿qué pasa? Mmm bueno, no importa, ya que mi estomago esta vacío también sería algo para comer, el chef debe saber que soy muy...

— Muchacho –me interrumpe– por si no te has dado cuenta, aquí no hay servicio a la habitación, es muy diferente a tu casa, aquí nadie te servirá...– hace una pausa, mira a su alrededor y abre los brazos apuntando en todas direcciones– aquí todos colaboramos.

— Pero...pero...que haré yo no sé...

— Lo sé, pero aprenderás, ahora lleva tus cosa a donde te dije...–apunta a la cabaña que esta a mi izquierda, en realidad son cuatro cabañas, las demás puras tiendas,《¿Qué hago aquí? ¡Mamá, Ven a buscarme!》claro que no grito en voz alta, solo lo digo para mis adentros.

****************

Un día había pasado y estoy aterrorizado, los ruidos de la noche, ¡aullidos de lobos! Las ramas de los árboles al chocar cotra el vidrio de la ventana, las cuales cuando llega la noche parecen monstruos queriendo entrar y arañarme o algo mucho peor! Odio estar aquí, ¡el agua la van a buscar a un río o cascada, me da miedo beber o comerme la comida! Me va a dar algo, hoy me levantaron a las cuatro am, ¡A las cuatro am! ¡¿A quién en su sano juicio se le ocurre levantarse a esa hora?!

Bueno en realidad, los de aquí están acostumbrados. ¡¿Que horror, acaso no saben que mi hermoso cuerpo, debe dormir horas extras para ser así?! Claro que ni siquiera se los he explicado, porque se burlaran de mí, ¡estoy harto, quiero volver y hacerle caso en todo a mi papá! De verdad lo haré, ¿o no?

****************

¡Dos semanas después!

Estoy todo golpeado, con arañazos de las ramas, mi piel que es sensible y sin rasguños, ¡ahora ya no es la misma! Estoy con olores raros, lo peor es que estoy escondido, por que vi un enorme lobo cuando intente fugarme del campamento anoche. ¡No quiero ni siquiera salir de mi cabaña! ¡Mamá!

— ¡Daniel! ¡Sal es hora de entrenar! –ay no, ese es Oliver.

— Ya...ya voy.– digo apenas, saliendo de mi escondite, que por cierto es debajo de la cama, bueno, "de la litera" por que comparto la cabaña con otros tres chicos más, ¡Ósea cero privacidad!

Voy lo mas rápido que puedo hasta él, o ellos, ya que están todos los del campamento reunidos, y se ríen cuando me ven.

— ¡Hey caperucito rojo! Jajajajaj –Ah no, ¡ya no quiero que se burlen más de mí! me escondo en mi manta, con la cual me cubrí al salir, por que tengo frío. ¡Ni siquiera calefacción tienen aquí!– ¿cómo era ese lobo que viste? Jajaajaj –me pregunta uno de los chicos, se vuelven a reír.

— Debiste haber ido con esa capa, te viene –me dice otro de los chicos, el cual se acerca a mí, y me entrega una canasta– ahora si caperucito, ve a la casa de la Abuelita, Jajajajajj– ríen de nuevo todos, y miro la manta que traigo encima ¡maldición! Es roja. De verdad parezco caper...

— ¡¿Qué hacen aquí?! –se escucha la voz de tío Oliver, que vuelve de no sé dónde, ya que ni siquiera me había dado cuenta que no estaba– ¡A entrenar! –todos se ponen serios y obedecen dispersandose– bueno muchacho no hagas caso, mejor ve a entrenar y no trates de salir del campamento solo, es peligroso, –me da una palmada en el hombro, y de repente me mira mejor, su semblante serio desaparece, apareciendo uno de diversión. Nooo ¿él también se va a reír?– y cambiate eso, que pareces, mmm cómo decirlo, solo cambiate y ve a entrenar. –pensé que se reiría, y no lo hizo, que mal lo juzgue. Pero cuando me voy a dejar mi manta a la cabaña, escucho a lo lejos sus carcajadas.

¡Si lo hizo!

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