Aila POV
—¡No! ¡No puedes! ¡Él la rechazó! ¡Es mío!
La voz de Valeria era un chillido agudo y desesperado, el sonido de una reina perdiendo su corona y su cabeza en el mismo instante. Pero sus gritos eran solo un ruido de fondo, un eco lejano en el torbellino de sensaciones que me consumía.
El dolor de la ruptura del vínculo con Damián todavía estaba allí, un agujero frío y sangrante en mi alma.
Pero ahora, una nueva energía, una fuerza cálida y poderosa, se vertía en ese vacío, no para llenarlo por completo, sino para construir un puente sobre él.
La mano de Kael, el Rey Lycan, segu&iacu