—¿Y ahora qué debo hacer? – se preguntó preocupada la cobriza al ir subiendo las escaleras que la llevarían a su habitación en el campus universitario
“Ay no … pero yo sola me metí en esto” pensó resignada y después se molestó “No, el idiota de Caleb también lo hizo y la de los problemas solo soy yo”
Suspiró profundamente antes de girar la perilla de la puerta de su habitación, eran más del mediodía y ella seguía con la misma ropa de ayer…esperaba que Kristel no le dijera nada.
—¡Hola!… ¿Uh? – Saludó alegre y después frunció el ceño a no ver a nadie.
—De este lado, Leia— la voz de Kristel hizo avanzar hasta su sector.
—Hola— saludó nervio