Caleb se levantó y sonrió de medio lado para terminar rodeando la mesa y apoyar sus manos en el respaldo de la silla de la chica.
—A una isla, fuera del país ¿qué dices? — le dijo al bajar a su oído y permanecer ahí unos segundos.
Los ojos de ella temblaron de emoción considerándolo, sus padres seguro la matarían si saliese del país.
—Piénsalo— le dijo y dejó un beso en su cabeza — Te veo arriba— dijo el cansado rubio.
La cobriza apenas pudo asentir al verlo partir, entonces vio su comida y descubrió que el hambre se había esfumado, suspiró profundamente y tras levantar el par de platos y tazas subió siguiendo al rubio.
—Me daré una ducha rápida y vuelvo — informó Leia que se moría por me