Mundo de ficçãoIniciar sessãoEl secretario del Consejo levantó la vista del recuento.
—Empate —anunció—. Seis votos a favor. Seis en contra.
Un murmullo bajo recorrió la mesa. Salvador se recostó ligeramente en la silla, exhalando despacio. No sonreía, pero tampoco parecía incómodo.
—En caso de empate —dijo—, la presidencia…
—Disculpe —intervino Valeria.
No alzó la voz. No sonrió.
El secretario se







