CAPÍTULO 28
No puedo entender como una niña me puede tener tan loco y arrastrado por ella, sus ojos claros se iluminan al ver a todas estas personas a su alrededor, la tomo de la mano para que no se pierda entre la multitud. Tener a Dara en mi vida es algo que le agradezco al cielo porque llegó en el tiempo justo y necesario. Aunque me vea fuerte e imponente delante de mi pequeña mis secretos no me dejan dormir realmente.
He pisado tanta m****a durante tanto tiempo que ella y solo ella me a dado un poco de paz interior. Su boca se embarra del caramelo de la manzana y termina abriendo los ojos cuando mi lengua recorre sus labios limpiando cada parte de esta. Sonrío al ver sus mejillas pálidas ahora en un tono carmesí. Vuelve a darle otro mordisco a lo que con tanto anhelo come, como si antes jamás habría probado algo así y debo mantenerme firme al notar como su boca saborea con tanto ahínco el pequeño dulce. ¿Cómo alguien de su edad puede verse tan sexy con sólo hacer eso?
—¿No quier