Punto de vista de Anastasia Wilde
Salí del club nocturno donde me estaba divirtiendo con mis amigos. Necesitaba algo de aire fresco porque el olor del ambiente cargado a humo de cigarrillo y alcohol, me tenía con náuseas y unas ganas terribles de vomitar.
Henry, un amigo de la infancia, insistió en salir conmigo, pero le dije que se quedara con las chicas, lo que menos necesitaba era a otra cola siguiéndome.
Ya tenía suficiente con los guardaespaldas de mi padre que me perseguían día y noche y logré escapármeles hoy, para venir a ver las peleas clandestinas que tanto me gustan.
La adrenalina que te provoca un buen enfrentamiento era insuperable. Mientras otros lo ven como un acto barbárico, yo lo veo excitante y emocionante.
Sobre todo, cuando el luchador es como el que vi hoy, participando en la pelea de la noche.
No dudé en apostar por él. Cabello rubio, más de 1.90 cm, ojos verdes, rostro frío, varonil y sexy, cuerpo musculoso, pero sin exagerar, justo mi tipo y hubiese querid