El rey licano hizo caso omiso a las palabras de su beta, pues estaba entusiasmado de estar ahí y que pronto volvería a ver a su luna que es lo que tanto ansiaba. Es de varios minutos la vampira Nara regreso y les hablo
—Majestad, disculpe, pero (respiraba profusamente sin quitarle la mirada asustada de encima del rey licano) La princesa me dijo que... que (se sobaba sus manos con nerviosismo para seguir diciendo) Ay, por los dioses. Dijo que se vaya al mismísimo infierno que no quiere verlo
Nara se hizo para atrás al ver la reacción de Erick, John también estaba nervioso puesto que el rey licano se levantó del sofá respirando con fuerza y gruñendo, sus ojos dorados fulgurantes hasta que su potente voz salió en forma aterradora y gutural
—¡Quéeee! Ella es míiiia, mi luna. No puede decirme que no ¡Maldita sea!
Fue entonces en cuando el beta alcanzo a sentir como su rey lanzaba al aire sus feromonas reales, observaba como un aura rodeaba a su rey. Lo que no pensó era que se atreviera a t