—Jamás imaginé que Lluvia se arriesgaría así para protegerte, es realmente sorprendente, —dijo Mariana mientras acomodaba la manta de Ximena y ajustaba la cabecera de la cama para que ella estuviera más cómoda.
—¡Yo tampoco lo esperaba! Quizás no sea tan maquinadora como pensábamos. Todos la hemos m