Lluvia intentaba explicar con ansiedad, pero Autem la interrumpió bruscamente y la sentó de nuevo.
—¡Lisandro, mi papá no quiso decir eso!
Lluvia miró a Lisandro, que permanecía imperturbable, y se sintió insegura. Autem la miró con desaprobación.
—¡Eso es exactamente lo que quiero decir!
—¡Papá!
Li