—¿Cómo es que están aquí?
—¿No nos esperabas?
Las expresión de Lisandro era fría, casi ofendida, como si le debieran dinero. Ximena no le regaló una sonrisa a Lisandro, pero dirigiéndose a Mateo con dulzura le dijo.
—A Mateo sí lo esperaba.
El niño se preocupaba un poco pensando que, dada la relació