Sofía metió a Ximena en su Ferrari.
Enrique estaba en la entrada del restaurante saludándolas con la mano: —¡Ximena, feliz cumpleaños! Relájate esta tarde. Deja el trabajo en mis manos. Cuando tenga el esbozo listo, te lo enviaré y puedes darme tu opinión en línea.
—¡Anímate un poco! —Enrique hizo un gesto sonriente.
Ximena le sonrió agradecida: —Gracias, Enrique.
Sofía encendió la radio del coche y comenzó a sonar una canción de DJ. Aceleró y el coche se deslizó velozmente.
Ximena no estab