Una suave brisa sopló, y los pétalos rosados cayeron alrededor, creando una escena digna de un cuadro.
Un ambiente tranquilo y sereno impregnaba el lugar, evocando un sentimiento de que todo estaba bien en el mundo.
Ximena sacó su teléfono y les tomó una foto. En ese instante, la distancia que siempre parecía separarla de Lisandro pareció acortarse, aunque fuera un poco.
Ximena se acercó y tomó la pequeña mano de Felicia.
Algunas estudiantes pasaron junto a ellas, saludando con la mano a Lis