-¿Por qué bajas la cabeza?
¿Acaso mi padre no te trata con amabilidad?
¡Pff!
Si te trata como un cretino, debes decirme.
¿Por qué vistes de esa manera?
Hanna tenía los ojos muy abiertos, casi saltados, lo que veía era totalmente incomprensible para ella, la mujer que tenía en frente, no era nada más y nada menos que Sofía Ivannovich o su gemela idéntica si es que tenía una.
-¡Ja ja ja ja!
Sofía entendió su expresión.
-No soy un fantasma, tampoco una hermana gemela o una doble. Soy yo Hanna, Sofía Ivannovich, tu ex cuñada.
Aunque hubiera sido divertido hacerte creer eso.
-Yo...
-¡Oh, vamos!
¡¿Has visto de todo y te sorprendes?!
Hanna, seguía sin responder.
-Ok. Ya que no dices nada, lo haré yo.
No morí, aunque casi muero, tu padre estuvo a punto de deshacerse de mí y gracias a los hombres de mi padre y al sacrificio de mi hermano Alexei, no lo logró, sin embargo, tuve que fingir que había muerto para que tu padre me dejara en paz y mirara en otra dirección y así poder ayudar a Michael.