Nathan ya no aguantaba la curiosidad. Quería saber cómo era la relación entre su jefe y su esposa y su preocupación por éste era genuina, lo había visto padecer por culpa de aquella mala mujer, no quería que volviera a suceder, pensaba que Michael no lo resistiría una vez más.
-Vamos, dame la primicia, ¿te trata bien?
Ya sé que discutieron, pero antes de eso ¿te trataba bien?
-Sí. Lo hacía.
Respondió el hombre con el rostro sombrío, sólo había pasado un día después de aquella pelea, pero sentía que había sido una eternidad y que las cosas ya no volverían a ser iguales.
-¿Te consentía?
-Sí. Lo hacía.
-Vaya, hasta te sonrojas, ja ja ja.
-Me alegra, eso es buena señal.
*Mientras en la mansión*
Después de haberse desahogado con Nana, Sofía estaba decidida a recuperar su relación con su esposo.
-Nana, quiero pedirte un favor.
-Dígame señora.
-¿Podrías dejarme ayudarte con los quehaceres de la casa?
Nana no pudo evitar mostrar su sorpresa ante tal proposición. La sola idea de que la señora