-Vamos date prisa.
Caminaron más rápido porque casi perdían de vista a Edward, aunque Sofía tenía prisa, Azura no, ella llevaba tiempo ahí, así que conocía perfectamente el camino a la oficina de Edward. Al llegar a la puerta ambas se detuvieron detrás de Edward.
-Yo me quedaré aquí afuera, te esperaré.
Se apresuró a decir Azura.
-No... Vas a entrar conmigo.
Sofía le apretó la mano y la empujó hacia adentro. Edward frunció el ceño, no quería que Azura escuchara lo que tenía que decirle a Sofía.
Cerró la puerta con desgano. Ya no habría privacidad entre ellos, menos si la persona que los acompañaba era Azura, seguro le contaría todo a su hermana y a los demás.
-Tomen asiento, por favor.
-Gracias...
Sofía se sentó mientras que Azura se quedó de pie esperando el momento para salir corriendo y escapar de ahí, no quería incomodar ni estropear el momento, tal vez Sofía si aceptaría salir con Edward en el calor del momento, pero con ella ahí parecía imposible que Edward la invitara a salir.