-Tienes razón Michael, desde que me casé contigo no he podido elegir nada, pero no creas que siempre será así...
Dicho esto se dio la vuelta y se marchó a otra habitación, necesitaba relajarse y pensar en algo más que no fuera en lo mucho que aborrecía a ese hombre.
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En el otro extremo de la ciudad Alison Jones cenaba con su familia.
-¿Cómo te sientes hija? He oído que Michael no sólo ha quedado fuera de la empresa de su familia sino que su padre le ha cerrado todas las puertas impidiéndole encontrar un empleo.
-¿Cómo? ¿Es capaz de hacerle algo como eso a su hijo?
Alison estaba sorprendida.
-Conocí a Michael padre cuando estábamos en fuerzas especiales, es un hombre al que más vale tenerlo de amigo o en su defecto mantenerse al margen de su negocios y de su vida. Mientras más lejos estemos de él, mejor.
-¿Entonces por qué decidiste hacerte socio de él?
-No lo hice por él Ali, mi intención siempre ha sido que algún día Michael se convierta en el dueño de todo lo que les pertene