Con delicadeza terminó por retirar toda la prenda del cuerpo de Sofía, su cuerpo destellaba a la luz de la luna como si fuera una hermosa hada, la observó por unos segundos con una sonrisa dulce en el rostro y suspiró ante su mirada expectante, Sofía quería todo de él en ese momento, ignoraba sus pensamientos, sus emociones, sus anhelos, sus deseos, su culpa.
Ella se mordió el labio y luego preguntó.
-¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes?
-No pasa nada... Sólo, yo sólo quería observarte un poco. ¡Dios, eres tan hermosa!
Sofía se sonrojó y sintió un poco de vergüenza, estaba sentada sobre una mesa con sólo un pequeño panty de encaje y todo lo demás estaba descubierto, desnudo, expuesto frente a un hombre que probablemente había visto a decenas de mujeres desnudas, su cuerpo seguramente no igualaba al de esas mujeres y eso la hizo dudar de si misma y de su belleza. Estaba a punto de levantarse de la mesa cuando Michael tomó sus pechos, con desesperación llevó a su boca uno y después el otro