CAPÍTULO 119: NO TE VAYAS
La conversación con mis amigas me hizo sentir mucho mejor. Mi mente se aclaró un poco más, aunque el dolor todavía persiste en mi corazón. Al final Becca y Lucía tuvieron que irse a la empresa, aunque me insistieron en que ellas también renunciarían, pero las convencí para que no lo hicieran. No puedo dejar que arriesguen y arruinen su futuro solo por ser solidarias conmigo.
Ahora no sé qué voy a hacer con mi vida, me siento perdida, desorientada. Todavía sigo dudando de si he tomado la decisión correcta y me odio a mí misma por ello. ¿Cómo puedo dudar cuando todas las evidencias me dicen que he escogido bien?
Estoy a punto de tomar otro taxi para ir a mi departamento cuando inesperadamente recibo una llamada del licenciado Valverde.
—¿Hola?
—Isabella, ¿cómo estás? Sé que mi llamada puede parecerte extraña, pero necesito hablar contigo, por favor, ¿puedes venir a la empresa?
—Ah… —Su llamada no me parece extraña, en realidad, imaginé que Ricardo haría cualqui