Nicolás alcanzó rápidamente en la ruta a sus hombres que iban en su otro vehículo, al ver que su jefe estaba detrás de ellos haciéndoles luces, pusieron las balizas y estacionaron a un costado de la ruta. El joven bajó rápidamente y alcanzó por la ventanilla a quien conducía antes de que siquiera pudiera bajar del automóvil.
- ¿Sucedió algo? - preguntó con poca amabilidad- ¿Alguna novedad? ¿Ya tenemos la ubicación?
Fueron tantas preguntas que el conductor lo miró un poco asustado sin saber qué contestar y fue su mejor empleado quien bajó del asiento del copiloto y se acercó hasta él para explicarle en nombre de todos.
-Señor, los hemos perdido de vista por un momento- exclamó suavemente.
- ¿Y eso por qué? - preguntó manteniendo la calma, para no asesinar en quien confiaba.
-Hemos sido detenidos por la policía- informó avergonzado- Nos han visto como sospechosos del secuestro de su mujer.
Nicolás caminó en círculos al costado de la ruta llena de polvo y pateó con fuerza una piedra,