Narra Emma…
El día empezó caluroso y me esperaba todo menos que Chris, siguiese durmiendo. El reloj marcaba las diez en punto y él seguía durmiendo como un ángel.
–Chris, ya es tarde tienes que ir a trabajar – lo moví para que despertara.
–No.
–¡¿Qué respuesta es esa?! Llegaras tarde – gruñí y es que ya estaba muy tarde.
–Mi padre no quiere verme en las oficinas – murmuró acomodándose mejor entre las sabanas.
–¡¿Cómo?! – chillé –. Es mi culpa, debe sentirse decepcionado de mí por mantenerte solo en casa. Chris, levántate y ...
–Shh... – se levantó y puso su dedo en mi boca –. No quiere verme hasta que nazca su nieto, dijo que no me perdonaría si algo le llegaba a suceder.
–¿Eso te dijo? – pregunté impactada.
–Sí, por eso no voy a ir. Me quedare a tu lado o ¿no lo quieres?
–Lo quiero – admití –, pero también tienes otras responsabilidades.
–Mi única resp